Siempre se ha dicho que una casa sin plantas es una casa pero no un hogar y lo primero que debemos tener en cuenta es qué tipo de planta vamos a plantar o cultivar, cuál es el mejor macetero, dónde vamos a colocarlo, si será de exterior o de interior, …
Si la planta la vas a colocar en el exterior, elige una maceta de un material resistente como por ejemplo la terracota, que soporta altas temperaturas, lluvias y exposición al sol, o de madera tratada. Si es para interior, no habrá problema con el material que elijas. En este caso, además, puedes elegir tiestos con base y colocarlos dentro de maceteros decorativos, cestas... Resulta mucho más vistoso.
Un macetero es un recipiente contenedor que puede ser de diferentes formas y fabricado en diferentes materiales, el más común es en forma de cono truncado con un agujero en el fondo para el drenaje, muy importante para muchos tipos de plantas cuyas raíces podrían pudrirse en caso de no tenerlo.
Los maceteros, fundamentalmente, se utilizan para cultivar plantas, ya sean para decorar o para usar como pequeños huertos, muy de moda en estos últimos años.
¡Los huertos urbanos están de moda! ya no es necesario tener un gran terreno para cultivar tus propios tomates por ejemplo, o una planta de ricas fresas, que no necesitan un gran macetero para que crezcan sus raíces.
En el mercado hay infinidad de maceteros, dependiendo si van a ser utilizados en el interior o en el exterior de nuestra vivienda o negocio, por el tipo de material utilizado en su fabricación, tamaños,... A la hora de decidirnos para elegir el mejor macetero, debemos tener en cuenta muchas cosas, como por ejemplo, el color que mejor vaya con las estancia donde irá colocada la planta, el diseño, el tamaño, el tipo de riego que necesita la planta, etc…
Básicamente los maceteros podemos dividirlos en dos grupos, si son de exterior o de interior y el que esté dentro de un grupo u otro lo determinará el material con el que están hechos los maceteros, que es uno de los rasgos más importante a tener en cuenta. Aquí debemos considerar los siguientes tipos de maceteros o macetas:
Macetas de plástico o de resina: Son las macetas más económicas, resistentes, de fácil limpieza e incluso pesan poco. En el mercado existen imitaciones muy conseguidas de barro y terracota que pueden ser una gran elección. El inconveniente aquí es el sol, al ser de plástico no lucen mucho con el paso del tiempo porque el sol las decolora. También se pueden encontrar en el mercado maceteros de plástico de mayor calidad y con luces LED, que quedarán ideales en una terraza o balcón para dar luz de ambiente a la vez que sirven de contenedor para una preciosa planta.
Macetas de barro: Son muy bonitas y dan un estilo muy vintage, pero pesan bastante y son muy frágiles. El mayor inconveniente de este tipo de maceta se hace presente en los lugares de clima cálido, dado que se secan muy rápido porque las paredes son porosas. Si se escoge un cactus o suculentas, esta maceta es muy recomendable.
Macetas de terracota: La terracota es un material natural y muy atractivo e ideal para dar un toque andaluz a nuestra terraza o patio. Su mayor problema es que se rompe fácilmente y, salvo que tengan protección para el frío, este tipo de macetas se rompen de forma muy fácil. Cabe destacar que en el mercado se encuentran macetas de terracota de distintas calidades. Ideal para climas cálidos.
Maceteros de hierro y forja: es la opción más resistente y suelen ser más costosas si se compran tratadas para el exterior, ya que tendrán que ser resistentes a la intemperie. Darán un estilo muy campestre y rústico. También este tipo de material se utiliza para hacer soportes resistentes y decorativos para las macetas.
Maceteros y jardineras de madera: Este tipo de macetas es ideal para los amantes de lo rústico y de lo cálido y para los que buscan una alternativa ecológica y resistente. Necesitan algo más de cuidados para que luzcan bonitas, con un barniz para impermeabilizarlas y otro producto para que se conserve la madera será suficiente.
Maceteros de mimbre: Son ideales como modelo decorativo, y siempre teniendo en cuenta que deberán utilizarse con una maceta dentro de autorriego para que no se moje al regarla y no tener que sacar la planta cada vez que necesite agua, o bien una maceta con bandeja recogedora para el exceso de agua. Suele haber de varios precios, baratas y algo más costosas.
Maceteros de piedra u hormigón: Son las macetas más pesadas y suelen ser más costosas pero son las más duraderas, por lo tanto una cosa compensa la otra. Dan aspecto de robustez, por lo que son ideales para decorar jardines o incluso como limitadores de espacios, ya que si son de gran tamaño será casi imposible moverlos.
Una maceta, macetero o jardinera no es solo el recipiente en que tenemos una planta. Es, además, su casa y su medio natural de vida. Dos razones de peso para que, más allá de cuestiones estéticas, elijamos una maceta según las necesidades específicas de una planta, para que crezca con salud y bienestar, además de hacer que luzca mucho más bonita de lo que es.
Para decorar nuestra casa y elegir la maceta o macetero más adecuado debemos saber que cualquier material es apto para macetas de interior algo que incluye tanto las de cristal como las de metal que dan mucho glamour a nuestro hogar, ya que las temperaturas dentro de una casa son siempre más estables y equilibradas.
<Las macetas de autoriego son ideales para el interior de casa, se puede llegar a ahorrar hasta un 40% de agua, pero ya hablaremos de este tipo de maceta de forma más desarrollada en otro apartado más adelante.
Podemos pensar que el cómo estén hechas las macetas no incide en la vida de nuestra planta, pero para nada es así, los materiales de fabricación de las macetas forman parte de las condiciones de vida de una determinada planta, por lo que es importante conocer qué ventajas e inconvenientes presenta cada uno de ellos antes de elegirlas y por supuesto tener en cuenta el tipo de planta que vamos a poner en ella.
Para elegir una buena maceta para nuestro jardín debemos tener en cuenta una serie de cosas que detallamos a continuación.
Hay que escoger una maceta con un correcto drenaje, sobre todo para macetas situadas en jardines o terrazas y sin un techo que las cobije. Hay que tener en cuenta que en las macetas expuestas a la lluvia no podemos controlar la cantidad de riego, por lo que poder evacuar cualquier exceso es vital para evitar que las raíces de la planta puedan pudrirse. En ocasiones, los agujeros de drenaje están marcados en la propia maceta para que los realicemos nosotros según el uso que vayamos a darles.
Un aspecto a tener en cuenta y que nos garantiza que en momentos de temperatura extrema, tanto al alza como a la baja, las macetas mantendrán su estado original y su función, es elegir un material resistente a las heladas y los rayos UV del sol. En este aspecto, tanto las de fibra de vidrio como las de plástico son lo ideal. Tendremos que evitar siempre macetas metálicas y de cristal, que pueden romperse con los cambios de temperatura.
Elegir macetas que faciliten el transporte y tendremos que elegir macetas que nos permitan acoplar ruedas para poder moverlas con sencillez si en nuestro jardín o terraza ponemos plantas de gran tamaño, como palmeras o árboles frutales.
Los maceteros con sistema de autorriego son una opción perfecta para el mantenimiento de las plantas de interior pero también, para minimizar la limpieza en torno a ellas y además podemos llegar hasta un 40% de agua. Este tipo de macetas cuentan con un depósito específico para el agua, que nos facilitará las labores de riego para plantas que viven en ambientes en los que hay sequedad ambiental.
También es una forma de aprovechar el agua de la lluvia, esos depósitos harán que el agua quede estancada y ser usada por la planta cuando lo necesite.
Los maceteros colgantes en estos últimos años están siendo muy demandados, la capacidad que tienen para añadir vegetación allí donde no hay espacio las hace perfectas para los pisos más pequeños. Hay diseños muy bonitos y de diversos tamaños para adaptarse al espacio y a los gustos que queramos.
Cuando pensamos en macetas colgantes nos vienen a la cabeza las plantas de interior, que además de hacer bonita la estancia, ayudan a purificar el aire. Pero las macetas colgantes pueden ser muy originales y usarse para otra finalidad a parte de decorar. Puedes darle otro aire a tu cocina, las macetas colgantes te permiten tener un mini huerto aromático justo donde lo necesitas. Puedes poner las plantas aromáticas que prefieras, ya que la mayoría crecen bien en interior si tienen suficiente luz, colócalas cerca de una ventana, albahaca, tomillo, cilantro, cebollino, perejil, orégano… todo ello fresco y ¡listo para añadir al plato!
A continuación te vamos a contar varios consejos para elegir una maceta correctamente y para ello debes tener en cuenta diferentes factores importantes que van desde su diámetro o forma, hasta el tipo de material con el que está realizada. Porque además de ser un tiesto contenedor, una maceta no deja de ser el hogar de una determinada planta y, por ese motivo, es importante que ésta esté cómoda para crecer con salud.
Es importante comenzar sabiendo que determinadas plantas necesitan un tipo de maceta específica, por ejemplo, un buen número de orquídeas que demandan macetas traslúcidas, mientras que otras se amoldan a la perfección a casi cualquiera.
Lo fundamental es saber elegir el material de nuestro macetero, para que se adapte a nuestra planta, por lo que es importante conocer qué ventajas e inconvenientes presenta cada uno de ellos antes de elegirlas.
Hay plantas que se adaptan a todo tipo de materiales, tamaños y formas, pero hay otras que necesitan un macetero con unas determinadas características para que dicha planta esté en las mejores condiciones de vida y luzca tan hermosa que sea ¡la envidia de todas las plantas! Os mostramos a continuación unos ejemplos de plantas que necesitan unos determinados cuidados y sus maceteros ideales.
Los Bonsái se deben plantar en pequeñas macetas cerámicas, normalmente importadas desde Japón o China. La cerámica japonesa es conocida por su alta calidad y es bastante cara, elegante, natural y sin esmaltar, mientras que la china es generalmente barata y con un acabado en esmaltado brillante. Una excepción que merece la pena resaltar es la de las antiguas macetas chinas, que son realmente escasas y de elevado valor.
Elegir una maceta que le quede bien al árbol es realmente difícil, ya que debemos tener en cuenta su forma, color, si es esmaltada o sin esmaltar. Debemos tener una serie de normas para elegir una maceta correcta, no deben tomarse como normas estrictas y además, las cuestiones estéticas son subjetivas y suelen tener un componente personal importante, dichas normas son:
Utilice macetas sin esmaltar para pinos y resto de coníferas.
Para árboles de hoja caduca puede usar tanto macetas esmaltadas como sin esmaltar, aunque se recomienda no emplear una bandeja esmaltada de alto brillo a menos que el árbol desarrolle flores o frutos.
La anchura de la maceta debe rondar dos tercios de la altura del árbol.
La altura de la maceta debe ser de una a dos veces el grosor del tronco en su base.
Para árboles de aspecto “masculino” emplee macetas angulosas, mientras que para las de aspecto “femenino” o árboles con gran cantidad y pronunciadas curvas, mejor elegir macetas redondeadas, puede parecer machista pero realmente es como mejor quedan estéticamente y son mejores para su desarrollo.
Es más importante la salud del árbol que las cuestiones estéticas, se debe elegir una maceta suficientemente grande para que su Bonsái viva sin problemas antes que otra realmente bonita pero en la que el árbol tiene grandes posibilidades de perecer. Elija una maceta suficientemente grande y con un diseño apropiado, siguiendo estas normas que hemos explicado, ¡se puede conseguir, ánimo!.
Para este tipo de planta, hay que tener en cuenta varios factores, a la hora de elegir el mejor macetero. Parece que son fuertes y se amoldan a todo, pero realmente son más delicadas de lo que aparentan...En el comercio se encuentran diversos tipos de macetas o tiestos, pero los más apropiados para el cultivo de cactus y suculentas suelen ser las macetas de barro, tanto poroso como barnizado.
Los maceteros de pared porosa tienen mucha tolerancia al riego excesivo puesto que tienen una evaporación notable, muy importante para este tipo de plantas que no necesitan mucha agua. Pero también tienen el inconveniente de concentrar contra las paredes de la maceta las sales nutritivas contenidas en la tierra. Esto inicialmente da lugar a un gran crecimiento de las raíces, pero que más tarde, asfixia a las mismas cuando la concentración salina resulta tóxica para la planta.
Por ese motivo lo recomendado para los cactus y suculentas son las macetas de barro barnizado, que no tienen los inconvenientes citados anteriormente, y que resultan muy decorativas. Pero con este tipo de maceta los riegos deben ser menos frecuentes, y el drenaje perfecto, ya que no se produce evaporación a través de las paredes.
La maceta deberá tener un diámetro no inferior a los 7-8 cm, y será aconsejable cambiar de maceta las plantas que se hayan comprado en macetas de menor diámetro. Se recomienda que la maceta tenga una profundidad de al menos 12 cm.
Para conseguir un buen drenaje, la parte inferior de la maceta habrá de tener un orificio de 1 cm de diámetro aproximadamente sobre el que será conveniente colocar un trozo de vasija rota con la parte cóncava hacia abajo, después ¾ de la maceta la llenamos con tierra vegetal o mezcla para cactus, luego una capa de arena y finalmente una capa de piedritas. Las piedritas ayudan a evitar la pudrición del tallo por humedad constante de encharcamientos.
La elección del mejor macetero para las orquídeas dependerá del tipo de orquídea o especie de orquídea que tengas, ya que cada orquídea tiene diferentes características y necesidades.
Muchas de las orquídeas que nos encontramos son epífitas, lo que significa que son orquídeas que crecen en los árboles, con las raíces aireadas para recibir la humedad que necesitan. Además de las epífitas, también hay orquídeas terrestres que crecen en la tierra, litófitas o semiterrestres que crecen y se desarrollan en las rocas, y por último las trepadoras que se originan en el suelo y se mueven hacia arriba en el árbol.
Pero si no tienes ninguna manera de averiguar qué tipo o especie de orquídea es la tuya, recuerda qué tipo de maceta tenía tu orquídea cuándo la compraste. Y es que cuando tengas que trasplantar la orquídea, tendrás que hacerlo en una maceta de las mismas características.
Te vamos a contar las características que necesitan tener los recipientes para orquídeas para que puedas tener una orquídea sana:
La maceta debe tener una comunicación bastante alta con el ambiente externo para que las raíces se aireen. Por eso algunos tiestos tienen agujeros, aunque no es necesario que tenga «agujeritos». Es suficiente que sea de un material que permita airear a la planta, como un material poroso, como las macetas de terracota o las macetas de barro.
Debe ser abierta para regular la temperatura dentro del sustrato y tienen que mantener la humedad, o en su defecto, deben proporcionar visibilidad suficiente para calcular el nivel de agua. Por eso se recomienda utilizar una maceta transparente para las orquídeas.
Debe tener suficiente peso para que sea estable, y no permita movimientos bruscos. Se desaconseja una maceta de plástico, ya que muchas veces tienen muy poco peso y esto no es adecuado.
En el mercado hay una gran variedad de macetas especiales para orquídeas. Éstas pueden ser de distintos tipos, cada una con sus ventajas y desventajas, las más comunes son de barro, de plástico, de cristal,...
En el siguiente apartado vamos a explicar cual es la mejor manera para montar en tu casa tu propio huerto, un huerto adaptado al espacio que tengas en tu balcón, patio o terraza, los tan de moda en estos últimos tiempos, los “minihuertos”. El cultivo de plantas en maceteros nos permite recrear las condiciones de una huerta a pequeña escala. La maceta es un elemento central porque define el espacio en el cual habrá huerto y tiene un efecto en la estética y la percepción del espacio de la zona, ya sea un balcón, un patio o una azotea. Por ello debemos elegir correctamente las macetas en las que vamos a instalar nuestro huerto.
En primer lugar debemos tener en cuenta el espacio del que disponemos y el lugar donde colocaremos nuestro minihuerto. Independientemente de que el espacio sea amplio o reducido, debemos elegir un espacio soleado, orientado preferentemente al sur, ya que nuestras plantas necesitarán un número considerable de horas de sol para madurar.
Si no dispones de un lugar donde le dé la luz del sol durante al menos 7 horas, te recomendamos que cultives especies de hoja como lechugas o acelgas, cuyos requerimientos en cuanto a horas de insolación son menores.
Una vez elegido el lugar del huerto, mide bien el espacio que tienes y las macetas que podrías poner. El espacio no es un inconveniente ya que existen en el mercado una amplia de gama de soluciones en función del espacio del que dispongamos.
Si dispone de un sitio más bien pequeño, se pueden utilizar maceteros rectangulares que permitan alternar cultivos colocando macetas con un cultivo a un extremo y con otro cultivo en el otro extremo, de modo que se favorezca la biodiversidad.
Se pueden agrupar todos los recipientes para cultivar en huertos urbanos en estas 4 categorías:
Mesas de cultivo: ocupa un espacio medio, la inversión es alta pero es ideal para gente mayor o con discapacidad motora. También para huertos establecidos en terrazas, patios y jardines.
Jardineras y macetas: Si dispones de un espacio flexible, tiene una inversión baja y es ideal para principiantes, espacios pequeños como balcones e interior y para ampliar la zona de huerto por temporadas.
Jardines verticales: Para espacio muy pequeños, tiene una inversión alta y es ideal para balcones o terrazas. Tener un huerto sin renunciar a nada de espacio.
Maceteros colgantes: para espacios muy pequeños también aunque puede utilizarse como ya hablamos en un apartado anterior, también como macetas decorativas, su inversión es baja y es ideal para cualquier lugar, tanto exterior en balcones o terrazas como en las propias cocinas.